viernes, 7 de enero de 2011

Camino bloqueado

Camino y camino, ya es de noche.
Encuentro un camino angosto y quejumbroso, a lo lejos se ven sombras retorciendose de llanto o risa, quizás. Me esfuerzo en no fruncir mi ceño.
Escapo rápido sin tropezarme. Choco contra algo duro y siento tanto dolor que puedo llegar a creer que me fracture alguna costilla, intento no llorar ni gritar de sorpresa, entonces....

"No"

Su voz era melancólica, con un tono cargado de miseria, convirtiéndose en el peor de los gritos de dolor.

"No irás, no serás"

 Cubrí mi rostro enrojecido por un llanto repentino y jalé de mi pelo desesperada. Odiaba esa voz.
Mis labios se abrieron para emitir un sonido sordo, que termino abruptamente con un pequeño grito.
Odiaba esa voz tan parecida a la suya.
Su mente le susurraba cosas. Quería algo, lo deseaba. Quería recordar.
"Miró con lo que chocó y sólo se vio a si misma."
Sus hermosos cabellos ondulados estaban blancos y desaliñados. Sus ojos con unos surcos negros abajo y apagados, sus labios en una fea expresión de dolor.... sus dientes, sus pequeños dientes estaban amarillos (los pocos que habían).
Su cuerpo estaba encorvado y gordo, su piel, hasta el cuello descubierto con arrugas.
Grité. Grité fuertemente. Apreté mis ojos con mis propios dedos hasta que sangraron dando la impresión de lágrimas.
No podía ser.
Miré de nuevo y sólo me veía a mi misma sonriendo con una sonrisa cansada.
Era yo de nuevo. Pero... ¿Era yo realmente?....
¿Qué era peor....?
Me sumergí de nuevo en mi irralidad.
Recordar las cosas de nuevo y ver la realidad era doloroso.
Aunque, en el fondo de mi ser, sabía que todo mi ser gritaba desesperado...
La verdad.

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